Vértigo
Cuando
todos se han ido,
quedas
tú para velar mi vértigo,
secar la
fiebre de fuego que quema mi cerebro.
Tú
llenas de ácido
los
abismos de la muerte,
eres el
único rostro en las calaveras de piedra,
pequeña
hada de lsd
tejes
mis rotas camisas de fuerza,
olas
escaleras
caracoles,
grillos
gritando en el oído.
Todos se
han ido,
los amigos sombras
las amantes
amapolas.
Y tú te
quedas mirándome con tus
bosques de limón,
tus manos
desenredando los alambres de mis nervios.
Madre,
acompáñame a bajar las escaleras
sostenme del brazo.
Dime que
lo que veo no es cierto,
madre,
sé que te quedarás conmigo,
aunque sea luna llena
y aúlle como un
lobo.
En esta
noche velarás mi vértigo,
secarás el fuego de mi cerebro,
llenarás los abismos de mi muerte.
(Dedicado a mi madre)
II
Fiesta de palo
Tambores
Tiemblan
Tumbas
Tragos de Triculín
Fogata
Fuego
Fumando
Belie Belcan
bailando Babalú Ayé
Santa Marta serpiente
a los enemigos ahorcando
Anaisa
Montándose
santera llama:
Candelooo
caliente
Candelo
camina cojo como una cacata
cantando
decocotá
grita gallina
sudando
saltando sangrando
lunáticos
lúas
loando
cueros
chillan
chivos
faldas
blancas
blancos
Santos
pañuelos
blancos
Tumbas abiertas
Blancos
Esqueletos
Negros moviendo
Vivos que celebran la muerte, muertos que
celebran la vida.
III
Belleza extraña
Cráneos alargados
piel de
cocodrilo
diamantes
dientes limados,
dorados anillos en la garganta
cuello de jirafa,
pequeños pies de loto,
gorda
glotona
obesa
ovalada,
péndulos,
penosos
pezones que le ocultan el ombligo,
fina cintura de corsé como una aguja
vasija dentro de los labios
labios agrandados de la vagina,
cuerpos bañados de tierra,
tatuajes
cicatrices de garras en los
rostros,
plumas,
hojas,
frutas,
colores,
extraña
misteriosa sorprendente
sensual es la belleza.
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Jordan Hernández es poeta, estudiante de periodismo e investigador de la cultura oriental. Nació en Santo Domingo y actualmente tiene varios libros inéditos.
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