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martes, 18 de noviembre de 2014

El camino hacia la felicidad



Le agradeceré por siempre a una vecina que me hizo conocer el poema Desiderata, recitado por Jorge Lavat. Ese poema me marcó para siempre. En esos días yo era un adolescente lleno de confusión y deseoso “echar hacia adelante” mis sueños y aspiraciones. Encontré cada verso de este poema como “sabiduría pura” de esa acumulada en varios siglos y dirigida a todos aquellos seres ansiosos por alcanzar la felicidad en esta vida.

Hoy son muy comunes los libros de relaciones humanas, marketing, superación personal, inteligencia emocional, etc… Yo les aseguro que este grandioso poema tiene resumido la sustancia esencial hallada en millones de libros de ese tipo.
Desde el comienzo, el poema nos invita a reflexionar:

“Camina plácido entre el ruido y la prisa
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio”.

Vemos con una tonalidad pausada, para muchos su contenido es puramente metafísico, aunque no religioso, veamos, otro verso:

“Por eso, debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él”

Aquí es evidente que respeta la doctrina de todas las religiones, pues cada una tendrá sus dioses, en el caso de las monoteístas, su Dios supremo y omnipotente. La identidad  del dios y su mensaje en este punto es donde radica la aversión entre credos y dogmas religiosos. Pero, en este verso hay un espacio hasta para los ateos: “cualquiera que sea tu idea de Él”.

El conocimiento que ofrece este poema es útil para los campesinos, los ingenieros, los médicos, los científicos, los artistas, los docentes, los niños, adolescentes y jóvenes, pero, sobre todo, a los padres. Ya que no hay una escuela en la que se pueda estudiar técnicamente para ser un buen padre o una buena madre. Se aprende sin tener la más mínima idea de cómo se harán las cosas. En este poema, más que palabras y verbos, hay paz, alegría, felicidad, templanza, paciencia, que nos esperan para darnos coraje y vestirnos de esas mencionadas virtudes.

Desde el punto de vista moderno, el poema también da asesoría empresarial:

“por humilde que sea; sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños”

Señores es obvio que si a este poema se le prestara la atención debida es seguro que hubiera menos problemas y pleito en las aulas estudiantiles. Hace ya hace más cincuenta años cuando, al referirse a la felicidad el escritor británico Bertrand Russell dijo: “El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto de interés y el afecto de otros muchos”.

II
Sobre el autor
El poema Desiderata fue escrito por Max Ehrmann quien nació en el año 1872 y murió en 1945. Era abogado, también escritor y poeta.
III
Para mí es un grato placer darle a conocer este poema a quienes aún no han tenido el privilegio de conocerlo.

¡Disfruten este manjar de conocimientos!

Desiderata 

Camina plácido entre el ruido y la prisa,  
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. 

En cuanto sea posible y sin rendirte,  
mantén buenas relaciones con todas las personas. 
Enuncia tu verdad en una manera serena y clara  
y escucha a los demás,
  
incluso al torpe e ignorante, también
ellos tienen su propia historia. 

Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, 
pues son un fastidio para el espíritu. 
Si te comparas con los demás
  
te volverás vano y amargado 
pues siempre
  habrá personas
más grandes y más pequeñas que tú. 

Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes 
mantén el interés en tu propia carrera,
  
por humilde que sea; Sé cauto en tus negocios,  
pues el mundo está lleno de engaños; mas no dejes
que esto te vuelva ciego para la virtud que existe; la vida
está llena de heroísmo. 

Sé sincero contigo mismo;  
en especial, no finjas el afecto 
y no seas cínico en el amor,
  
pues en medio de todas las arideces y desengaños,  
el amor es perenne como la hierba. 

Acata dócilmente el consejo de los años 
abandonando con donaire las cosas de la juventud. 
 
Cultiva la firmeza del espíritu  
para que te proteja en las adversidades repentinas  
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. 
 
Sobre una sana disciplina, 
sé benigno contigo mismo. 

Tú eres una criatura del universo, 
no menos que las plantas y las estrellas; 
tienes derecho a existir. 
Y, sea que te resulte claro o no, 
indudablemente el universo marcha como debiera. 

Por eso, debes estar en paz con Dios, 
cualquiera que sea tu idea de él, 
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, 
conserva la paz con tu alma 
en la bulliciosa confusión de la vida. 
Aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, 
el mundo es todavía hermoso. 
Sé cauto. ¡Esfuérzate por ser feliz! 

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