Aveces reconozco que soy un niño con cuerpo joven y mente de viejo, pues mi mente funciona de una manera muy compleja. La teología occidental enseña que el ser humano está compuesto de alma, cuerpo y espíritu. En ciertos momentos nostálgicos-platónicos me pregunto si seré yo un pensamiento dentro de un gigantesco mundo virtual en el que cada ser es un mero reflejo de lo que asegura ser. Bueno sinceramente son declaraciones huecas, quizás con un tono metafísico o muy controversial, lo cierto es que en estos momentos creo haber tenido otras vidas en tiempos pasados, y se que probablemente en esas vidas no fui un "ser de mucha luz" pues mi conciencia es una maleta de maleficencia que en su interior se encuentra un abismo de muchos pecados orgullosamente cometidos.
Para concluir con esta confesión, os aseguro que soy un niño solitario que únicamente necesita energía para vivir y sentirse feliz, sin tomar en consideración circunstancias o situaciones. En fin, yo juego por lo menos en mis sueños (como hace todo niño normal en la realidad) pero en mi vida diaria busco algo que no puedo explicar ni entiendo.
JF, confesiones bajo la luna
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