Te sigo diciendo infinitudes de Te Quiero,
y se que a tu corazón le agrada como una melodía suave y memorable.
Soy un enamorado a la antigua,
de esos que aún confía en el instinto, en la sonrisa,
en tu mirada, en los sentimientos que callas y las depravaciones que ocultas.
Si. Ayer tu sombra me abrazó
mientras soñaba contigo besándote de norte a sur con el sol de testigo y toda la ciudad despierta.
Será este un amor imaginado desde lugares lejanos
por dos adolescentes
que la espera les convirtió en verdugos de flores con o sin espinas.
JF
D/R
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