PREFACIO
El nacimiento de este libro se debe a un
proceso de transformaciones internas, al que la vida en su fluir constante nos va
marcando con diversas experiencias y recuerdos. La costumbre de reflexionar
aumenta con la experiencia y la estimulación que nos provocan las circunstancias interiores o exteriores.
Hoy, ya no hay que ser un anciano para producir ideas o contradecir conceptos
establecidos.
El misterio de la vida que todo lo arropa, me
lleva a meditar periódicamente en los
versos más famosos del poeta español Antonio Machado: “Caminante no hay
camino/ se hace camino al andar”. Podemos decir que la vida se construye en el
presente y para vivir o morir solo hay que estar vivo y para estar, primero
existir (la curiosa paradoja del cogito ergo sum).
Dada la incidencia de las redes sociales, se
me ocurrió recopilar los pensamientos cortos, aforismos y reflexiones que espontáneamente
me habían surgido para publicar las mejores en un libro, del que los jóvenes
puedan sacar material para “compartir” en la web (aunque sea por breve tiempo).
Los seres humanos pensamos demasiadas cosas. Somos
máquinas de pensar, ni siquiera cuando estamos dormidos dejamos de hacerlo. Los
orientales enseñan que se puede callar el pensamiento, cosa que algún día
espero hacer.
Hace un tiempo leí en un libro del escritor y
bibliófilo Miguel Collado, un
pensamiento de Francis Bacón que dice: “El hombre haría bien en llevar siempre
lápiz y papel en su bolsillo para anotar sus pensamientos y reflexiones
espontáneas. Aquellos que acuden sin que se los busquen son, con frecuencia,
los más valiosos y deberían anotarse, pues rara vez regresan”.
¡Vaya! cuan complicado es el proceso creativo,
viene cuando menos lo esperas y se va en cuanto más lo necesitas.
II
Se cuenta que en el siglo III A.C., el rey
Hierón II gobernaba Siracusa. Siendo un rey ostentoso, pidió a un orfebre que
le crease una hermosa corona de oro y dio un lingote de oro puro. Una vez el
orfebre hubo terminado, le entregó al rey su deseada corona. Entonces las dudas
comenzaron a asaltarle. La corona pesaba lo mismo que un lingote de oro, pero
¿y si el orfebre había sustituido parte del oro de la corona por plata para
engañarle?
Lleno de dudas, el rey Hierón hizo llamar a
Arquímedes, que vivía en aquel entonces en Siracusa. Arquímedes era un sabio
matemático muy conocido por todos. Por lo tanto Hierón creyó que sería la persona adecuada
para ayudarle a salir de la duda.
El rey Hierón II estaba contento con la
corona, y no quería fundirla nuevamente si no había evidencia concreta de
engaño, por lo que Arquímedes no podía moldearla de forma que facilitara el
cálculo de su volumen.
Un día, mientras tomaba un baño en una tina,
Arquímedes se percató de que el agua subía cuando él se sumergía. En seguida
comenzó a asociar conceptos: Al sumergirse estaba desplazando una cantidad de
agua que equivaldría a su volumen. Consecuentemente, si sumergía la corona del
rey en agua, y medía la cantidad de agua desplazado, podría conocer su volumen.
¡Eureka!
¡Eureka!
¡Eureka!
Sin ni siquiera pensar en vestirse, Arquímedes salió desnudo, corriendo
por las calles y muy emocionado por su nuevo descubrimiento, sin parar de gritar
¡Eureka! ¡Eureka!, lo que traducido al español significa: “¡Lo he encontrado!”.
Sabiendo el volumen y el peso, Arquímedes podría determinar la densidad del
material que componía la corona.
III
En el relato pasado, vimos cual excelso y
misterioso resulta ser el proceso creativo en los seres humanos. Es obvio que
la razón y la lógica quedan marginadas del mismo. Según los libros de
neurociencia y los que enseñan técnicas de aprendizaje acelerado, el
sub-consciente es “centro de operaciones” de todo el cuerpo humano y el mismo
es descrito desorganizado y volátil.
Las actividades que hacemos son automatizadas
y en la gran medida, la conciencia queda sin autoridad sobre las mismas. Ahora
mismo estamos aquí y nuestras mentes “sabrá Dios por dónde anda”.
En estos pensamientos, algunos muy ilógicos, otros
sugestivos, cada quién tendrá interpretaciones diversas (como es todo lo que se
expresa por medio al lenguaje), para unos podrían ser válidos, para otros no.
En cuanto a los temas tratados, en la primera
parte de este libro he decidido poner una colección de ensayos, la mayoría
borrones de conferencias pronunciadas en actividades socio-culturales, ya que hace
un tiempo promuevo la motivación de la lectura y la superación personal a
niños, adolescentes y jóvenes.
Al leer Ironías Cortantes en vez de encontrar
respuestas, se provocarán preguntas.
Este libro es otro intento más, o mejor dicho;
un experimento cuya finalidad es incentivar la lectura, escrito por un joven y
dirigido a sus iguales en su mismo lenguaje.
Amigos míos, es tiempo de vivir una era de
luz, de transiciones, de sorpresas y de ironías cortantes.
JF
(La idea de escribir este libro me surgió
durante mi estancia en la ciudad de Nueva York, Septiembre, 2013)
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