Él quiso ser una serpiente
para devorar elefantes y vacas.
Para engañar, mentir, torturar
profetizar y luego desaparecer.
Más tarde su deseo era ser paloma,
para volar, murmurar, inyectar paz guiar al amor, y repartir la libertad.
Era un abogado…
En los días buenos se convertía
en serpiente
y los malos paloma.
Recibió infinitos
premios y galardones.
Una tarde pensó:
"Es
fácil tejer trampas,
lo
difícil es no quedar atrapado"...
Jimmy Feliz
Santo Domingo, R.D.
Derechos Reservados
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