Todo comienza mucho antes que existiera el hombre, allá en un
pasado lejano, donde los dioses dieron paso a la envidia y la maldad. Y así
surge la división del todo. Amor-Odio, Paz-Guerra, Vida-Muerte… Los antónimos
flotan como madera en el agua, junto a los sapos y las ratas. “Así se movía el
espíritu de las cosas en el origen de los tiempos” sobre el caparazón de
leviatanes y ángeles caídos. Del ojo del Yin Yang brotó una lágrima de
fuego, la que al caer en tierra firme hizo nacer el escepticismo, que luego,
aprendió volar entre mariposas y águilas. ¡Hosanna a los seres equilibrados
que ven las partículas de Dios en cada gota de rocío!
JF,
D/R, Santo Domingo, Rep. Dominicana
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